Era 13 de marzo de 2013 cuando el cardenal argentino Jorge Bergoglio, con 76 años, se convertía en el 266 Papa de la Iglesia Católica bajo el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís. Es el primer pontífica jesuita y de América Latina.
Pasaron ocho años de la asunción a su mandato y aún no volvió a visitar la Argentina, su país natal. En una entrevista al periodista y médico Nelson Castro, el Sumo Pontífice sorprendió con su revelación.
"¿Extraña la Argentina?", consultó Castro. Y sin vueltas, el Papa respondió: "No, no la extraño. Viví allí 76 años. Lo que me aflige son sus problemas".
El papado es una monarquía teocrática y los pontífices mueren en el poder. Ante esto, el Papa Francisco confesó cómo imagina el día de su deceso: "Siendo Papa, ya sea en ejercicio o emérito". Sobre el final, reafirmó: "Y en Roma. A la Argentina no vuelvo".
Estos diálogos del pontífice de 84 años están plasmados en el libro "La salud de los papas. Medicina, complots y fe. Desde León XIII hasta Francisco" que Nelson Castro escribió tras el encuentro de 2019.
Allí, el Papa Francisco habla de su salud y los problemas que tuvo a lo largo de su vida, la dictadura, sus días en el Vaticano, sus neurosis y la psicología.
