Las inspecciones se desarrollaron en forma conjunta con efectivos de la Policía Rural Sur y personal de la Municipalidad de General Cabrera.
Durante los procedimientos, se constató que algunos establecimientos realizaban actividades de faenamiento sin contar con las habilitaciones correspondientes y que la carne provenía de circuitos clandestinos.
Además, las condiciones higiénico-sanitarias en las que se manipulaban los productos no cumplían con los requisitos establecidos por la normativa vigente.
El objetivo principal de los operativos fue determinar el origen de la carne porcina vinculada a casos positivos de Trichinella spiralis detectados por el Área de Zoonosis del Ministerio de Salud provincial.
En ese marco, las autoridades procedieron al decomiso y posterior destrucción —en un frigorífico habilitado con digestor— de aproximadamente 100 kilogramos de subproductos porcinos cuya procedencia se comprobó como irregular. También se efectuó el cierre, mediante fajas y precintos oficiales, de la sala de faena y del área de elaboración de chacinados.
Las actuaciones se encuadraron en lo dispuesto por las leyes provinciales N° 8417 (Prevención, control y erradicación de enfermedades infectocontagiosas), N° 10326 (Código de Convivencia) y N° 6974 (Faenamiento e industrialización de carne).
El Ministerio de Bioagroindustria reiteró la importancia de adquirir y consumir únicamente productos cárnicos provenientes de establecimientos habilitados y recordó que la comercialización de carne o sus derivados de origen no autorizado está prohibida en todo el territorio provincial.